San Salvatore del Sinis es un pequeño pueblo, del término municipal de Cabras, en la costa centro-occidental de Cerdeña. Cuando se llega ya se percibe su propia esencia… Es un conjunto de estrechas calles, adornadas de pequeñas casitas de dimensiones y estructuras similares. Estas son las cumbessias y rodean la iglesia de San Salvatore del Sinis que se alza en la plaza central. Fueron edificadas hacia finales del 1600 con el objetivo de ser refugio y hospedar a los fieles durante los nueve días que preceden a las fiestas del principio de cada septiembre. Actualmente son casas privadas, pero sólo se habitan durante algunas semanas al año, sobre todo durante el verano y a inicios de septiembre, cuando se celebra la fiesta. Algunas de ellas fueron restauradas y ahora destacan por sus colores brillantes y el olor a nuevo…
Yo he estado varias veces y he tenido la oportunidad de vivir el pueblo en diferentes momentos del año. En primavera, reina un silencio profundo y, durante los días de fiesta en septiembre, los hogares se animan y las calles se llenan de gente, de alegría, devoción, pétalos, perfumes y emociones.


Exactamente bajo la iglesia se halla el hipogeo donde reposan los restos de San Salvatore. Sin embargo, éste ya era un lugar de culto desde el lejano Neolítico. Los nurágicos construyeron un pozo sagrado para el ritual a las aguas. Más tarde, otros dejaron las huellas de su paso como demuestran los restos los púnicos, romanos, cristianos…
Este lugar tan antiguo de historia y fe ha recibido la presentación del último trabajo discográfico de Vinicio Capossela que donó un breve pero intenso espectáculo de música y palabras… Una luz templada e intensa iluminó con insistencia la plaza frente a la iglesia de San Salvatore del Sinis. Ni qué decir tiene que el contexto era mágico. Además la atmósfera íntima que se creó, con la presencia de Vinicio allí, descalzo, para sacar lo mejor de su persona y de su arte, hicieron la tarde única, especial y preciosa. En aquel lugar, reunidas tantas personas de tantos puntos de Cerdeña, tuvimos la suerte de escuchar y de sumergirnos en la poesía de las visiones de Vinicio…
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