Bortigiadas es un pequeño pueblo de la región sarda de Gallura, al norte de la isla. Gallura, es conocida normalmente por lo impresionante de sus costas, por las rocas moldeadas por el viento, por los perfumes de su vegetación y por su esencia, en algunas zonas, intensamente salvaje. El pueblo surge en este contexto pero no es bañado por las aguas del mar, sino que se eleva de los montes de esta parte de Cerdeña. Aunque también el mar se ve desde aquí, desde las zonas más altas mirando hacia el oeste y el noroeste, en los días claros…

A Bortigiadas no se llega por casualidad, es necesario decidir ir allí… El reclamo, en este caso, ha sido el encuentro del Festival literario Entula, con Franco Arminio, paesologo, cuyo recuerdo quería recatar. Llegamos con un poco de antelación respecto al horario del evento y aprovechamos para descubrir el pequeño núcleo y dar un rápido paseo por las montañas que lo rodean. El día nos regaló un sol intenso y un cielo claro y limpio… Y, a penas llegamos, la primera sensación fue de un pueblo-isla que sobrevuela el mundo en torno a él, que se rodea de cielo y, a veces, de nubes…
Bortigiadas es uno de los pueblos de Cerdeña que corre el riesgo de desaparecer en algunos años. Viven cerca de 700 vecinos. Podría decir que el centro no tiene una belleza arquitectónica especial, pero no es exactamente así. Hay una plaza belvedere que ofrece un panorama de montes de un intenso verde donde se podría parar durante horas para respirar a pleno pulmón y contemplar la belleza. El centro está cuidado al detalle, es acogedor y varias moradas emiten la personalidad y lo cotidiano de quienes las habitan.


Hay vida en las calles de Bortigiadas, sus habitantes las pueblan silenciosamente después de la comida y con mayor presencia durante la tarde. Observo cada ser humano, desde la niña que aparece fatigada por la callecilla cuesta arriba, hasta la anciana que, encorvada, viste las señas del tiempo en su caminar lento. Esto me hizo pensar en el valor de cada uno de ellos en particular, en su importancia y en su rol necesario en el pueblo por el solo hecho de existir. Percibí la esfera afectiva del ser parte de una comunidad, en el sentido originario del término.

Me enamoró también una vieja fuente con una bañera que recoge las aguas cristalinas que dan inmensas ganas de sumergirse…

Una exposición de di gigantografía está diseminada por numerosos rincones del pueblo. Forman parte de un proyecto más amplio del Museo abierto de la Civiltà degli Stazzi. Como representantes están las obras en barro de Pinuccio Sciola, cerca de 20 entre mujeres y hombre.
De momento son custodiadas en el museo mineralógico que ofrece una panorámica de los minerales del territorio gallurese. Las obras están fotografiadas en grupo y de manera individual: tienen un toque robusto, áspero, rudo, hecho de la vida y el trabajo, pero son tremendamente bellas y expresivas. Hay muchísimas, son muy potentes y describen la humanidad casi desconocida que puebla esta tierra.
Mas informaciones: http://www.comunebortigiadas.gov.it/index.asp
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